Al pensar en este
interrogante creo que primero se debe conocer que es la Psicopedagogía. Según
estudios de Investigación es considerada como una ciencia interdisciplinar ¿Por
qué interdisciplinar? Se dice interdisciplinar porque en ella confluyen la
psicología y la pedagogía, como así también en el labor diario se está en
continua relación con pediatras, neurólogos, terapistas ocupacionales, trabajadores sociales, fonoaudiólogos,
docentes y demás profesionales.
El objeto de estudio es el Aprendizaje, pero no solo en el ámbito escolar, sino el aprendizaje entendido a lo largo de toda la vida, lo cual comprende desde la concepción y nacimiento, niñez, adolescencia, adultez y tercera edad. Todo el tiempo, en los distintos ámbitos donde nos encontramos, donde nos relacionamos con otros y nos llevamos a ser, estamos frente a una situación de aprendizaje, siempre está frente a nosotros la posibilidad de aprender algo nuevo.
A medida que nos vamos desarrollando como personas, como sujetos sociales esta dinámica se hace más frecuente porque aparece algo nuevo de lo cual queremos apropiarnos, queremos conocer, queremos saber de qué se trata, simplemente queremos aprender.
Quizás sin ser muy conscientes de cómo se da este proceso vamos transitándolo y vamos conociendo, aprendiendo lo que nos llama la atención, lo que nos solicitan que aprendamos en un nuevo puesto de trabajo por ejemplo o simplemente algo que nos gustó y queremos saber, es algo que realizamos con naturalidad. Pero ¿qué sucede cuando hay algo que nos imposibilita llegar a eso que queremos conocer? ¿Qué sucede cuando se presenta una dificultad en este proceso que debería darse naturalmente desde nuestros primeros momentos de vida?
Posiblemente como he mencionado en el artículo anterior donde hice referencia al libro de Alicia Fernández “La inteligencia atrapada”, lo que puede verse como un problema de aprendizaje puede ser entendido más bien como un desafío, una situación que nos ubica ante la necesidad de volver a conectar con el deseo de conocer, aprender y apropiarse de aquello que está en el exterior y queremos hacerlo nuestro. Luego debemos realizar un recorrido por las distintas partes que se ponen en juego en ese momento, es decir El Organismo, El Cuerpo,
La Inteligencia y El Deseo, como menciona A. Fernández. Esto lo realizamos juntos en lo que conocemos como Proceso Diagnóstico y así descubrimos, develamos lo que nos aleja de aquello que queremos conocer, saber, aprender y hacer nuestro.
El objeto de estudio es el Aprendizaje, pero no solo en el ámbito escolar, sino el aprendizaje entendido a lo largo de toda la vida, lo cual comprende desde la concepción y nacimiento, niñez, adolescencia, adultez y tercera edad. Todo el tiempo, en los distintos ámbitos donde nos encontramos, donde nos relacionamos con otros y nos llevamos a ser, estamos frente a una situación de aprendizaje, siempre está frente a nosotros la posibilidad de aprender algo nuevo.
A medida que nos vamos desarrollando como personas, como sujetos sociales esta dinámica se hace más frecuente porque aparece algo nuevo de lo cual queremos apropiarnos, queremos conocer, queremos saber de qué se trata, simplemente queremos aprender.
Quizás sin ser muy conscientes de cómo se da este proceso vamos transitándolo y vamos conociendo, aprendiendo lo que nos llama la atención, lo que nos solicitan que aprendamos en un nuevo puesto de trabajo por ejemplo o simplemente algo que nos gustó y queremos saber, es algo que realizamos con naturalidad. Pero ¿qué sucede cuando hay algo que nos imposibilita llegar a eso que queremos conocer? ¿Qué sucede cuando se presenta una dificultad en este proceso que debería darse naturalmente desde nuestros primeros momentos de vida?
Posiblemente como he mencionado en el artículo anterior donde hice referencia al libro de Alicia Fernández “La inteligencia atrapada”, lo que puede verse como un problema de aprendizaje puede ser entendido más bien como un desafío, una situación que nos ubica ante la necesidad de volver a conectar con el deseo de conocer, aprender y apropiarse de aquello que está en el exterior y queremos hacerlo nuestro. Luego debemos realizar un recorrido por las distintas partes que se ponen en juego en ese momento, es decir El Organismo, El Cuerpo,
La Inteligencia y El Deseo, como menciona A. Fernández. Esto lo realizamos juntos en lo que conocemos como Proceso Diagnóstico y así descubrimos, develamos lo que nos aleja de aquello que queremos conocer, saber, aprender y hacer nuestro.

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